miércoles, 14 de marzo de 2012

OTRAS TEORÍAS DESPUÉS DE LA DE DARWIN

TEORIA DEL NEUTRALISMO

 Esto no significa que la selección natural sea la fuerza que dirige toda la evolución, ya que no toda variación evolutiva es necesariamente adaptativa. Esta `teoría neutral de la evolución' ha sido defendida por el distinguido genetista japonés Motoo Kimura. “La teoría neutral no afirma que los genes no estén realizando algo útil, más bien sugiere que formas diferentes del mismo gen son indistinguibles en cuanto a sus efectos. El ejemplo más obvio es sinónimo de mutación”.

La expresión fenotípica final de las dos formas del gen puede ser idéntica por tanto, y la mutación de una forma por otra es neutral. Kimura y sus colaboradores apuntaron la evidencia de que la mayoría de las sustituciones de los genes en la naturaleza era neutral. Es decir, bajo su punto de vista, es la principal causa de variación genética en las poblaciones.

La teoría neutral fue muy discutida cuando se propuso por primera vez a finales de la década de los años sesenta, tal vez en parte porque fue mal interpretada, e incluso extendida de forma errónea, como antidarwiniana. Desde aquel momento ha ganado terreno y en la actualidad, es apoyada por la mayoría. Una consecuencia interesante de ésta es la idea de un `reloj genético molecular'. Suponiendo esto, la época en la que vivió el antecesor común de cualquier pareja de especies se puede calcular a partir del número de diferencias en los aminoácidos entre ambas especies. Los puntos de bifurcación que antes hemos mencionado entre los linajes del ser humano y de los monos se han fechado a partir de pruebas de este tipo.

Fig. 24  Neutralismo.

TEORIA DEL EQUILIBRIO INTERUMPIDO

La Teoría del equilibrio puntuado fue propuesta por Jay Gould. Es frecuente hallar series de estratos en la morfología de ciertos fósiles que permanecen invariables y, a continuación, súbitamente, encontrar un estrato con fósiles netamente distintos de los anteriores. Pero, indudablemente relacionados con ellos. Se entendía habitualmente que este hecho era debido a la imperfección del registro fósil, en el que no aparecían los fósiles intermedios que cabria esperar.
Gould interpretó, en cambio, que la evolución no es un proceso gradual constante, sino que las especies alternan largas épocas de estabilidad, en las que no se producen cambios, con épocas breves en que cambian rápidamente. Lógicamente, las breves épocas de cambio dejan menos fósiles que las largas épocas de estabilidad, lo que explica la gran parte de los fósiles intermedios.
Esta teoría Neodarwinista explica bastante bien la microevolución, es decir, la aparición de nuevas especies mediante pequeños cambios. No obstante, persisten problemas importantes para explicar la macroevolución, es decir, la aparición de tipos de organismos verdaderamente nuevos, de orden superior.
Fig.25 Equilibrio puntual.

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